La mayoría de caballos se relajan con esta embocadura y con una actividad más intensa de masticación. También es adecuada para aquellos caballos que intentan colocar la lengua sobre la embocadura, pues el arco lo impide de modo efectivo. En resumen esta embocadura es ideal para aquellos caballos, que no toleran las embocaduras con forma convencional debido a la presión ejercida sobre la lengua y que, por este motivo, reaccionan, entre otras formas, con movimientos bruscos de la cabeza.